Recupera y Sana tu Niña Interior

En la etapa infantil es donde se gestó nuestro propio autoconcepto y esto ocurrió con base en lo que nuestros padres proyectaron sobre nosotros, así como las circunstancias que nos tocaron vivir.

Cuando somos pequeñas, los adultos que tenemos como referencia suelen ser como un espejo y es en ellos en quienes nos vemos para reconocernos y saber quiénes somos.

En ocasiones, aún cuando nuestros padres pretenden darnos todo lo que ellos consideran mejor para nosotras, no lo recibimos, ya que no sabemos pedir lo que necesitamos y/o los adultos no saben qué es exactamente. Es por ello que podemos crecer con carencias, dolor, tristeza e incluso traumas que de forma subconsciente, se guardan y dejan huella, perdurando hasta hoy, aún sin saberlo.

Pero no todo está perdido, podemos recuperar y sanar a nuestra niña interior, restableciendo la imagen que tenemos de nosotras mismas generando una más satisfactoria; valorándonos, queriéndonos y reconociendo nuestras capacidades, habilidades y dones.

A pesar de los problemas, la vida puede seguir siendo divertida, sorprendente, apasionante y feliz.

Recuerda los gustos e intereses de tu niñez y permítelos ahora, disfruta de ese momento y transpórtate a tu infancia.

Mantén la ilusión con pequeños detalles y haz aquello que te gustaba cuando eras niña, adaptándolo a la vida adulta.

Acepta y perdona a las personas que en tu infancia pudieron causarte dolor. Visualízate en esta etapa e imagínate a ti misma cuidándote y queriéndote.

Abrázate y restablece tu satisfacción personal, siente la felicidad y proyecta tus deseos y sueños ahora, recuperando y sanando a tu niña interior. #FelizDía